Tanto si tienes gatos en casa y esperas la llegada de un bebé, como si es al contrario, te conviene saber por qué la convivencia entre gatos y niños es beneficiosa para toda la familia. En este artículo queremos contarte cuáles son las ventajas de la convivencia entre gatos y niños y por qué deberías quitarte el miedo.
Aunque se suela decir que los gatos son animales independientes y que no son demasiado cariñosos, esto no es del todo cierto. Eso sí, hay que tener en cuenta que no suelen tener un comportamiento tan sumiso como los perros, por lo que no está de más que los niños sepan también cómo debe ser su acercamiento al gato.
VENTAJAS DE LA CONVIVENCIA ENTRE GATOS Y NIÑOS
Te recomendamos que adoptes un gato para ampliar la familia, si ya hay niños en casa, será una agradable compañía para todos. Además, las rutinas que implica tener un gato en casa son beneficiosas.
Es cierto que los gatos suelen ser algo independientes y no suelen tener mucha paciencia. Sin embargo, para evitar cualquier incidente no tienes más que leer las señales que te manda tu gato y explicarles bien a los niños qué le gusta y qué no le gusta al nuevo compañero de juegos.
Los niños aprenden el valor de la responsabilidad. Los más pequeños de la casa suelen asociar su relación con sus gatos con conceptos como cuidar, jugar y alimentar. Es decir, acciones de las que se saben responsables. Conforme crecen es una buena idea dejar que los niños se involucren en las diferentes tareas del cuidado del gato. Siempre adaptadas a su edad. Hay muchas cosas con las que pueden ayudar: cepillarlo, añadir agua al bebedero, darles de comer…
Los niños que conviven con gatos se benefician de un desarrollo social y emocional saludable.
¿Sabías que aquellas personas que han crecido con animales domésticos aprenden valores como la compasión y la empatía más rápidamente? Estos valores son fundamentales en las relaciones personales, por no hablar que la convivencia entre perros y gatos puede ejercer como estabilizador de la conducta infantil. Es decir, favorece la alegría, aleja la tristeza y mejora los miedos normales de la infancia. La mayoría de los niños verá en un gato un compañero de juegos insustituible —por los videojuegos, por ejemplo—.
La convivencia entre gatos y niños tiene beneficios para la salud. Está comprobado que las personas que conviven con gatos tienen menos enfermedades, refuerzan su sistema inmune y sufren menos alergias.
Los gatos ayudan a las personas a lidiar con el estrés y otros problemas. También mejoran los tratamientos de sociabilización de niños con autismo.
CONSEJOS PARA UNA SANA CONVIVENCIA ENTRE GATOS Y NIÑOS
Si te decides a tener un gato en casa, donde ya hay niños conviene que tengas en cuenta algunos consejos para asegurarte una sana convivencia:
Es necesario que las interacciones entre los gatos y niños siempre estén supervisadas por un adulto. Además, ten en cuenta que el tipo de interacciones entre ambos dependerá de la edad del niño.
Enseña a los niños a jugar de forma adecuada con el gato, así se reforzará su vínculo. Enséñales a usar los juguetes favoritos del gato y hazles ver que no es buena idea que usen sus propios brazos o piernas como juguetes.
Cuéntales a los niños qué tipos de caricias prefiere el gato. Enséñales cuáles son las señales con las que el gato indica que no quiere más caricias.
Háblales a los niños de lo poco que les gusta al gato los ruidos fuertes. Si se asustan se esconderán y no querrán jugar.
Como ves, la convivencia entre gatos y niños tiene múltiples ventajas. Para disfrutar de todos estos beneficios no tienes más que guiar a los niños en el comportamiento adecuado que deben tener con el gato. Con paciencia y bajo tu supervisión, aprenderán a leer el lenguaje corporal del gato y la convivencia será un éxito del que todos se beneficien.